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jueves, 20 de enero de 2011

Bailemos...

Bailemos esta noche, como si fuera una noche más...

Tenemos mil cosas por celebrar, aunque en este momento no podamos nombrar ninguna. Bailemos como si tuviéramos mil noches por delante, como si tuvieramos tiempo para mejorar nuestros pasos, para ser más felices...

Hablemos dejando espacios para nuevas preguntas, como si tuviéramos más tiempo para contestarlas.

Lloremos como si tuvieramos la certeza de podernos consolar dentro de algún tiempo.

Ríe conmigo, como ríe un niño con la ilusión de ver muchos nuevos amaneceres.

Siéntate a la mesa, y mírame como si supieras que es la primera de muchas veladas.

Abrazame y luego déjame ir, pero cuando lo hagas, hazme sentir que esperas que regrese.

Finge una sonrisa, como si no te angustiase lo que pasará mañana.

Miénteme, miénteme mucho, descaradamente... Porque es eso lo que necesito para sobrevivir sabiendo que te marchas.

Y aunque no tengamos ni un último momento, déjame al menos recordarte así, feliz, con la esperanza de un futuro, o al menos de una nueva oportunidad...